TRIBUS URBANAS: ¿EN BUSCA
DE LA IDENTIDAD?
Según Adriana
Sánchez, psicóloga social y comunitaria, coordinadora regional de trabajo con
comunidades de la Alta
Consejería del Ministerio del Interior, las tribus urbanas
aparecen "por la necesidad de la persona, en cierto momento evolutivo, de
salir de su entorno conocido (la familia, para emprender la búsqueda de su
identidad")1
El mundo en el que
actualmente se está desenvolviendo el hombre y la mujer; pero en especial la
juventud, es un escenario donde se están pisoteando los valores y la moral,
desencadenando así una total desubicación a nivel espiritual y emocional.
Como consecuencia
de ello surgen entonces las llamadas
tribus urbanas, que a saber: Son
pandillas o grupos principalmente de jóvenes que se reúnen en torno a modas,
intereses, filosofías y lugares comunes.
Por lo general, cada una de estas denominadas “tribus” tienen su música y vestimenta que las caracteriza. Cada una de ellas defiende sus ideales, y objetivos, y a veces hasta se presentan altamente territoriales.2
Por lo general, cada una de estas denominadas “tribus” tienen su música y vestimenta que las caracteriza. Cada una de ellas defiende sus ideales, y objetivos, y a veces hasta se presentan altamente territoriales.2
La violencia
intrafamiliar, los conflictos emocionales, la pérdida de la autoestima, la
multiplicación de la maldad y la equivocada búsqueda de Dios por parte del
hombre entre otras, son algunas de las causas por las cuales los jóvenes,
buscan una identidad “al parecer perdida”.
Algunos críticos
y analistas dicen que el fenómeno de las tribus urbanas no es nada más que la
búsqueda de los jóvenes por aquella identidad tan añorada.3
Esta problemática que nace en el seno del hogar, pasando
por la escuela -con su mal llamado libre desarrollo- donde muy poco se está
haciendo por rescatar los valores perdidos y ha repercutido e impactado de
forma alarmante la sociedad, tiene antecedentes meramente morales y
espirituales, convirtiéndose en una artimaña más del enemigo de nuestras almas
con el fin de ganar adeptos y hacerlos suyos; pues estas tribus son altares a
satanás.
Las tribus urbanas aparecieron a mitad del siglo XX, y
hoy por hoy colman multiplicidad de escenarios y se personifican de muchas maneras.
Tal es la variedad de éstas que dependiendo de la necesidad del joven y de la
sensación de aislamiento que tenga, podrá escoger la que mejor le parezca o la
que simplemente lo adopte. .
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La mayoría de estos jóvenes no logra incorporarse a los parámetros que
marca la sociedad moderna y deciden agruparse en conjuntos o tribus con sus
propios reglamentos. Según ellos porque los adultos no los entienden.
El mercado “por decirlo de
alguna manera” es muy amplio y la diversidad de este tipo de agrupaciones
sobrepasa cualquier estadística social. El listado siguiente muestra la
diversidad a la cual los jóvenes pueden acceder: Aggro, Punk, Trashy, Scene Hair, Brit pop,
Ciber,
Dark, Emo,
Friki,
Funk, Gothic, Hardcore,
Metal,
Hip-hop,
Hippie,
Metalcore,
Skinheads,
Nerd, Pop, Punk, Screamo,
Skater,
Glamorous,
Retro, Chic,
y muchos mas.
Cada una de ellas tiene
características especiales y bien marcadas, pero su fin es el mismo, aparentemente
“satisfacer” al joven tanto
en el campo ideológico como en el estético.
La identidad de
cada una de estas tribus variará según su ideología y según la persona misma,
por ejemplo, mientras que los skinheads son de tendencias violentas, los
hippies no rivalizan contra ningún grupo, pues son pacifistas y no hay grupo
alguno que les sea íntegramente opuesto 4
Lo anterior corrobora que no
existe la tribu urbana ideal, es decir aquella que tenga la verdad en sí misma
y conduzca al joven o a quien hace parte de ella al logro de su verdadera
identidad y la respuesta a su necesidad espiritual.
Se plantea entonces un gran reto para la familia y la sociedad, influir
positivamente en los jóvenes y conducirlos a un cambio de actitud. Pero cómo
lograrlo?, se podría pensar en programas seculares, eventos deportivos,
sociales o culturales como pilar del cambio; pero esto no es suficiente.
El mal está en el corazón del
hombre y es desde allí donde se debe combatir. Por consiguiente la identidad,
el quién soy yo?, qué deseo?, cuáles son mis metas?, tendrán asidero,
fundamento y respuesta sólo cuando el hombre vuelva el rostro y su corazón al
Dios de la Biblia ,
entonces se sentirá plenamente ubicado. Esta última frase podría parecer trillada
en medio de un mundo tan convulsionado y materialista; pero la nueva humanidad
que el mundo necesita y los jóvenes que la sociedad implora, sólo se obtienen
cuando la vida del hombre esté en concordancia
con la palabra de Dios.
¨ Ya no vivo yo, más vive Cristo en mí
¨ 5
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5. Santa Biblia. Reina
Valera. Versión 1960. Gálatas 2:20
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