Enséñanos de tal modo a contar
nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría.
Salmos 90:12
Salmos 90:12
La
juventud es quizás la etapa en la vida del ser humano en la cual surgen la
mayoría de interrogantes y cuestionamientos acerca de si mismo y del entorno; pero
también es un momento del existir donde se descubren grandes potenciales, destrezas
y liderazgo que sin lugar a duda pueden marcar de por vida al sujeto y su
comunidad. Si se observa hoy por hoy, muchas de las innovaciones que repercuten
en los avances tecnológicos, científicos e intelectuales, provienen de mentes
con una visión ampliada, con ganas de aportar y redescubrir “por decirlo de
alguna manera” cosas que parecieran cotidianas; esto a saber proviene de muchos
jóvenes que aprovechan el potencial adquirido en la academia y claustros de
formación.
Ahora
bien, cuánto más cuando los jóvenes de nuestra iglesia colocan en las manos de
Dios o a los pies del Maestro –como se le desee llamar- sus talentos,
conocimiento y pensamientos innovadores e intenciones de crecimiento para poder
ser bendición no sólo a la congregación e iglesia en general; sino a un mundo
que está a punto de fenecer, conociendo de esta manera el propósito que Dios
tiene para cada uno de ellos.
Es
el momento oportuno para recordar a algunos jóvenes que estaban en el plan de
Dios, se dejaron usar por Él y descubrieron que en sus manos la inseguridad,
temores y en algunos casos
cuestionamientos como ¿será que si sirvo para algo?, se convirtió en potencial
que Dios pondría al descubierto.
José, apenas era un
adolescente cuando Dios comenzó a revelarle mediante sueños cuál sería el gran
propósito que cumpliría su vida no sólo en su familia sino en dos grandes
naciones, y a la corta edad de 17 años demostró ser un joven íntegro huyendo de
la tentación sexual y como resultado de su pureza y fe se convirtió en el mayor
gobernador de Egipto salvando no sólo a este pueblo sino a muchos otros
incluyendo a toda la casa de su padre.
David, fue el menor de 8
hermanos, un muchacho que pastoreaba las ovejas de su padre y quien llegó a ser
el mayor rey que todo Israel ha conocido en la antigüedad, además de ser
antepasado del linaje de Jesucristo.
Josías, tenía apenas 8 años
cuando fue coronado rey de Israel trayendo la restauración del culto a Jehová y
destruyendo toda la idolatría sembrada por los monarcas anteriores.
Daniel, un joven príncipe
israelita fue instrumento profético y de grandes milagros de Dios en un reino
extraño y quien gracias a su fidelidad, fue testigo de visiones de los últimos
tiempos.
Jeremías, uno de los profetas
mayores, fue escogido y separado para Dios desde el vientre materno. Pudiésemos
hablar de otros jóvenes valientes, valerosos y temerosos de Dios, tales como
Ester, Salomón, El Apóstol Juan, Saulo de Tarso, Timoteo, Tito, etc, quienes se
colocaron en sus manos y aún siguen siendo parte de nuestras enseñanzas y
conferencias.
¿Será que el Dios de ellos era diferente al que tú y yo tenemos el día de hoy?. La respuesta es NO, incluso somos más afortunados nosotros porque su Nombre nos ha sido Revelado y esto acarrea aspectos tales como una comunicación directa sin intercesores.
¿Te
has puesto a pensar en lo que el Todopoderoso podría hacer de ti?, es hora y
tiempo de que te convenzas que la juventud es un arma poderosísima en las manos
de Jesucristo y que vale la pena que te esfuerces para agradarlo a Él.
Casi
que la clave querido joven y hermano en Cristo está en: Rendirnos, Someternos y
llenarnos de Él – ¿suena duro verdad? o
quizás imposible - pero no debemos verlo como una camisa fuerza ni una silla
eléctrica, sino más bien como una decisión de entrega total a Aquel, que dio su
vida por nosotros y que no hizo algo sino todo a nuestro favor. A partir de
allí Dios hará contigo cosas inimaginables….pues te has puesto en las manos de
Dios para ser instrumento útil.
Autor: ANÓNIMO
DE GRAN BENDICION DIOS LOS BENDIGA
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